Las 3 claves para tener un aliento fresco
Un problema no poco frecuente es percibir halitosis o mal aliento en la persona que tenemos al frente, lo que sin duda genera situaciones de rechazo e incomodidad.
Si bien es cierto que las causas pueden ser varias, como relacionadas a la digestión, hernia iatal o de trastornos gastrointestinales, la mayoría de las veces obedece a un problema bucal, es decir, bacterias que se encuentran sobre la lengua, caries dentales, enfermedades de las encías o la llamada “boca seca”.
¿Cuáles son los aspectos que debemos considerar para mantener un aliento fresco y saludable?
Higiene: Mantener un correcto cepillado de todas las superficies de tus dientes, incluyendo el uso del hilo dental, de manera de remover eficientemente la placa bacteriana de los espacios interdentales. Cepillar el dorso de la lengua llegando lo más atrás que puedas, incluso si te dan arcadas.
Dieta: Existen ciertos alimentos que definitivamente dejan huella. El ajo, la cebolla cruda, especias, el huevo, el pimentón, el brócoli o el repollo, son algunos comestibles que liberan compuestos que provocan mal olor. Por ello, al ingerirlos conviene cepillarse los dientes inmediatamente después.
Evitar la boca seca: Cualquier condición que produzca una disminución de la secreción salival te deja expuesto a una mayor proliferación bacteriana, aumentando la probabilidad de sufrir halitosis. También existen algunos medicamentos que, como efecto secundario, generan esta condición de sequedad bucal. Entre ellos están los antidepresivos, ansiolíticos, antihistamínicos, antihipertensivos, anticolinérgicos. El tabaquismo también produce sequedad en la boca. Frente a esta condición la clave es estimular la secreción de saliva, por ejemplo, masticando chicles sin azúcar, manzanas y frutas que ayuden a producir la presencia de saliva en tu boca.